Las XVII jornadas de Actualización en Psicogeriatría, organizadas por el Hospital Sagrat Cor de Martorell, han reunido en Barcelona a más de 150 profesionales de ámbito nacional e internacional con el fin de poner al día cuestiones de actualidad en el campo de la salud mental de la gente mayor.

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Uno de los temas tratados en el marco de la Jornada ha sido la ansiedad en el paciente de edad avanzada. En este sentido, Francesca Amores, psicóloga del Área Sociosanitaria y de Psicogeriatría del Hospital Sagrat Cor de Martorell, ha destacado que "los trastornos de ansiedad tienen un impacto significativo en la calidad de vida de las personas mayores, ya que influyen en la funcionalidad del individuo (discapacidad), agravan los transtornos mentales, como los cuadros depresivos, y aumentan la mortalidad”. Sin embargo, “los trastornos de ansiedad en la tercera edad se han estudiado menos que otros problemas de salud mental, como la depresión, aunque son más comunes. Por esta razón, hoy en día hay una prevalencia infraestimada de la ansiedad subsindrómica, que es aquella que no cumple con los criterios diagnósticos del trastorno, a pesar de repercutir de forma negativa en la vida de la persona”, añade la psicóloga.

A causa de esta falta de diagnóstico de los trastornos de ansiedad en gran parte de las personas de la tercera edad, se produce una “mayor utilización de servicios médicos (número de visitas médicas, hospitalización, estancias y número de pruebas complementarias) que encarecen el sistema sanitario”, señala Francesca Amores.

Amores destaca que "el diagnóstico de la ansiedad es especialmente dificultoso en la tercera edad, ya que los criterios que se utilizan están desarrollados para población más joven y, frecuentemente, se trata de trastornos secundarios asociados a enfermedades médicas, como la depresión, o enfermedades físicas (cardiovasculares, respiratorias, etc.) con una sintomatología parecida a la de la ansiedad”.

El uso de restricciones físicas en los pacientes ancianos ha sido otro de los temas abordados por los expertos en el marco de las XVII Jornadas de Actualización en Psicogeriatría. El doctor Antonio Burgueño, director médico del programa Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer, ha señalado, en este sentido, que “no existe ninguna evidencia científica a favor del uso de sujeciones físicas de la persona mayor”. Además, “estos métodos tienen efectos negativos para la salud física y psicológica del anciano, como el aumento del riesgo de caídas con graves consecuencias y el empeoramiento de los problemas de conducta”.

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En las Jornadas también se han tratado otros aspectos que afectan al ámbito psicogeriátrico, como la atención a la salud mental en residencias geriátricas, la actualización en demencias como la patología cerebrovascular o la enfermedad de Huntington, las estrategias no farmacológicas o los dilemas ante el momento de revelar el diagnóstico de demencia al paciente y su familia.

En su XVII edición, las Jornadas de Actualización en Psicogeriatría organizadas en el Hospital Sagrat Cor de Martorell, han servido, un año más, para compartir conocimientos y experiencias, así como para ayudar a los profesionales que en su trabajo tienen el reto de tratar la complejidad del paciente psicogeriátrico.