Josep Tristany, jefe del Área de Rehabilitación del Hospital Sagrat Cor, explicó la experiencia del proceso de reconversión de las unidades de larga estancia del Centro en el marco de la ‘Jornada sobre prevención de la institucionalización y desinstitucionalización hacia la autonomía personal’, que tuvo lugar el 30 de junio en el salón de actos de la Pedrera. Organizado por los Departamentos de Salud y Derechos Sociales, el objetivo del acto, según Tristán, era poner en valor el trabajo que se está haciendo para avanzar en la atención integrada social y sanitaria. La inauguración corrió a cargo de los consejeros de ambos departamentos, Manel Balcells y Carles Campuzano, respectivamente.
El jefe del Área de Rehabilitación del Hospital Sagrat Cor recordó que, desde los inicios del siglo XXI, bajo la dirección del entonces director médico del Centro, el doctor José Antonio Larraz, se inició una transformación del Área de Rehabilitación del Centro organizándola según programas secuenciales, estructurales, de alta especialización y que tenían muy en cuenta el entorno comunitario y el contacto continuado que tienen las personas atendidas.
En 2019, el Consejo Asesor de Salud Mental y Adicciones de la Generalidad de Cataluña, en ese momento presidido por el doctor Joan Vegué, llevó a cabo la realización de un estudio sobre las características sociodemográficas, clínicas y de necesidades de la población que estaba ingresada en las unidades de larga estancia de Cataluña, liderado por Josep Tristany. A partir de los resultados obtenidos, el Centro, con el visto bueno de la gerencia y la dirección médica actual, inició un proceso de desinstitucionalización de ciertos grupos de personas usuarias, algunas de las cuales llevaban más de 30 años ingresadas. Por ejemplo, se pudo cerrar el programa psicogeriátrico a raíz de la derivación de pacientes mayores de 65 años con grado 2 de dependencia en residencias de la tercera edad y en recursos sociosanitarios. Desde entonces, se ha ido siguiendo el ritmo de cerrar una cama cada tres altas dadas, lo que ha supuesto una disminución, a día de hoy, de una cuarentena de camas de larga estancia.