El Hospital Sagrat Cor, de la mano del Ayuntamiento de Martorell y de la Asociación para la Salud Mental del Baix Llobregat Nord, organizó, el 3 de noviembre, la jornada “Jóvenes y Salud Mental. ¿Qué puede aportar la comunidad?’, que llenó el Espai Jove Punt Nord del Centre Cultural de Martorell. El acto contó con la participación de dos profesionales del Hospital Sagrat Cor: el doctor Carles Franquelo, director médico, y Roger Ballescà, psicólogo del Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil de Martorell.
La bienvenida y presentación del acto corrieron a cargo de Xavier Fonollosa, alcalde de Martorell; Maite Deamo, presidenta de la Asociación para la Salud Mental del Baix Llobregat Nord, y Carlos Franquelo.
Durante su intervención, el dr. Franquelo destacó la figura del Hospital Sagrat Cor como referente de salud mental, tanto de adultos como de infantojuvenil del territorio. A continuación, se refirió al impacto de la pandemia en las personas jóvenes, con efectos negativos como el aumento de los trastornos de ansiedad y depresión, de los trastornos de conducta alimentaria o de situaciones de riesgo suicida. Sin embargo, señaló que la pandemia ha tenido también un efecto positivo, ya que ha supuesto una mejora de la resiliencia y de la capacidad de hacer frente a situaciones adversas.
Por último, introdujo la charla a cargo de Roger Ballescà, psicólogo del Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil de Martorell del Hospital Sagrat Cor, poniendo énfasis en la necesidad de gestionar el malestar emocional dentro de la comunidad, reservando los centros de salud mental en aquellos casos más severos.
Durante su exposición, con el nombre de “¿Qué hacemos con el malestar emocional? Quien, cómo y cuándo abordarlo”, Ballescà explicó la diferencia entre el malestar emocional, algo inherente a la experiencia de vivir, y la enfermedad o trastorno mental, el cual genera un malestar interferidor que va más allá de lo que podemos esperar de la propia vida.
Asimismo, indicó que durante la infancia y adolescencia los principales gestores o reguladores del malestar son la familia y la comunidad, y también hizo mención al papel relevante que desempeña la escuela/instituto. Ballescà destacó que, en las últimas generaciones, la familia está teniendo mucha más dificultad para contener y acompañar a sus hijos/as, sobre todo, por falta de tiempo y por diversas presiones sociales.
“Este contexto provoca que la gestión de buena parte del malestar de la infancia y adolescencia se traslade para ser gestionado en la comunidad, por ejemplo, en la escuela, a la que, cada vez más, se le pide que asuma roles educativos, como la educación emocional, cuyo peso debería recaer, principalmente, en las familias”, afirmó.
El psicólogo del Hospital Sagrat Cor también señaló que buena parte del malestar de las personas queda derivado a los servicios sanitarios ya los centros de salud mental, donde también llegan demandas que no son propiamente de trastornos mentales, pero que es necesario acompañar, contener o resolver de forma efectiva para que no acaben convirtiéndose en trastornos. Por último, ofreció algunas orientaciones de cómo realizar este acompañamiento desde la comunidad.
La jornada la cerró el coloquio ‘Rompamos tabúes, hablamos de la salud mental con jóvenes’, dinamizado por Marta Escorigüela, coordinadora de la Asociación para la Salud Mental del Baix Llobregat Nord, y en el que cuatro personas jóvenes explicaron , con mucha naturalidad, su problemática de salud mental.