La demencia no es una enfermedad exclusiva de la gente mayor, sino que las personas jóvenes (con edades comprendidas entre los 18 y 65 años) también pueden presentar algún tipo de demencia y requieren una atención adaptada a sus necesidades. Este ha sido uno de los temas tratados en el VII Curso de Actualización en Psicogeriatría, organizado por el Hospital Sagrat Cor de Martorell y que ha reunido a expertos nacionales e internacionales con el fin de abordar la problemática clínica y asistencial que presenta cada entorno en el que puede ser atendida una persona con demencia.

En el caso de los pacientes jóvenes, el diagnóstico es complicado y la sintomatología, muy heterogénea. En este sentido, “la demencia de inicio precoz puede cursar con alteraciones motoras, cognitivas y psiquiátricas, tales como trastornos afectivos y de ansiedad, síntomas depresivos, alteraciones de conducta, síntomas psicóticos, etc.”, ha explicado Celia Mareca, psicóloga de la Unidad Polivalente Barcelona Nord del Hospital Mare de Déu de la Mercè, un recurso asistencial especializado en el tratamiento de pacientes menores de 65 años con alteraciones cognitivas y psiquiátricas.

Mareca ha señalado, también, que la principal diferencia entre las demencias en gente mayor y las de inicio precoz es la complejidad del tratamiento. “En la persona joven, la enfermedad conlleva importantes repercusiones personales y sociales, como la pérdida del trabajo o de las amistades, la imposibilidad de ocuparse de los hijos, etc.”, explica la psicóloga. “Todo ello, junto con las escasas –o a menudo inexistentes- prestaciones sociales que reciben este tipo de enfermos, hace que la persona requiera múltiples intervenciones, desde la rehabilitación cognitiva, pasando por el soporte emocional, la terapia ocupacional y el tratamiento farmacológico y médico, entre otros”.

Los expertos presentes en la jornada han alertado sobre la escasez de recursos para tratar a las personas con demencia en cada etapa de la enfermedad, desde el diagnóstico hasta las fases más avanzadas. “En la actualidad, los avances en los cuidados de los pacientes con demencia hacen que alcancen supervivencias mayores (incluso por encima de los 10 años), por lo que sería necesario una planificación sanitaria adecuada a las diferentes fases de la enfermedad”, explica el doctor Manel Sánchez Pérez, coordinador de la Unidad de Psicogeriatría del Hospital Sagrat Cor de Martorell. En este sentido, “en Cataluña disponemos de un programa de atención sociosanitaria, pero en otras CCAA los pacientes con demencia solo tienen la opción de ser atendidos en los servicios de urgencias de los hospitales o en residencias geriátricas”.

Además de la problemática clínica y asistencial que presenta el tratamiento a personas con demencia, en el curso también se ha debatido sobre cómo se afronta la demencia en los diferentes entornos asistenciales, como en el hospital psiquiátrico, la consulta externa o en el hospital de día, cada ámbito con sus características propias.

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